Filosofía

Crisálida es un espacio de transformación, un lugar donde recrear nuestra realidad.

Con cada cambio, la vida nos ofrece la posibilidad de un nuevo nacimiento. En cada una de sus etapas atravesamos diferentes cuerpos como bebés, niñ@s, jóvenes, adult@s, mayores.

Como especie, los seres humanos estamos inmersos en un proceso evolutivo hacia el despertar de la conciencia de quienes somos.

Nuestros cuerpos, al igual que en la transformación de las mariposas, tienen en sí toda la información que necesitan para atravesar los cambios de nuestra vida, descubriéndonos todo nuestro potencial.

Si lo escuchamos, el cuerpo se convierte en una maravillosa guía; a veces nos habla de tensión, mostrándonos dónde la energía necesita volver a fluir. También nos habla de placer, nos pide respirar más plenamente, movernos más libremente, jugar y descansar, dar voz a nuestras emociones, abrazar y abrazarnos, y nos entrega espacios de silencio donde sentir la vida latiendo en nuestro interior.

Crisálida surge con la intención de despertar nuestra atención. Un espacio donde escuchar la sabiduría del cuerpo, recibir a nuestras emociones y abrir las puertas de la percepción, amplificando la consciencia que da forma a nuestro presente.

Un espacio de atención para volver a estar presentes a cada instante.

EL ENFOQUE PSICOCORPORAL

“Si pudiéramos reconciliarnos con la verdad misteriosa de que el espíritu está en el cuerpo vivo, visto de dentro, y que el cuerpo es la manifestación externa del espíritu vivo, siendo ambos un único, entonces podremos entender por qué el intento de transcender el actual nivel de consciencia debe pagar su tributo al cuerpo”

Carl Jung,1928

Somos seres espirituales encarnados: cuerpo, emociones y mente son 3 aspectos de una misma identidad psicocorporal y energética.

Sandor Ferenczi fue pionero en incluir el trabajo corporal en psicoterapia.

W.Reich introdujo el concepto de “identidad funcional”, entre las actitudes musculares y las actitudes caracterológicas, lo que abrió todo un campo de investigación, estudiando las corrientes vegetativas como manifestaciones de la energía vital en el cuerpo, en contraste con la rigidez de la coraza muscular.

En occidente, en el siglo XX el campo psicocorporal en psicoterapia ha crecido y se ha diversificado enormemente. En Oriente, hace 3000 años, tanto la medicina china como el tantrismo en India fueron maestros en el estudio de las interacciones entre lo energético, lo corporal y lo psicológico.

En nuestro trabajo integramos corrientes neoreichianas como la bioenergética, o el estudio de la anatomía embriológica como la desarrolla D.Boadella, con la Terapia Gestalt y el enfoque de Rio Abierto.

EL MOVIMIENTO VITAL: PULSACIÓN

El movimiento es la característica esencial de la vida, y el movimiento básico de la vida es la pulsación.

Nuestro trabajo se desarrolla en dirección a amplificar la capacidad de vibración y flexibilizar el movimiento energético en nuestros cuerpos. De este modo, los cambios a nivel físico transforman nuestras emociones y nuestra mente.

El cuerpo nos permite abordar nuestra realidad en presente, para ser contemplada, para darle voz, oídos, movimiento, expresión plena.

El proceso de crecimiento nos conduce en una doble dirección: interna y externa. Es una invitación a nuestro mundo interior a desplegarse ante una mirada libre de juicio, a reconocer y sanar las heridas del pasado y del presente.

Este movimiento interno genera orden, permitiendo que el caudal energético retenido se integre, recuperando la vitalidad, que se expresa con todo el potencial de fuerza, amor y luz, irradiando a todos los aspectos de nuestra vida.